Como podemos observar, la comunicación de la ciencia fue un tema que atrajo la atención de varios miembros de la comunidad universitaria, pero sobre todo de la que se dedicaba al estudio de las ciencias naturales, pues encontramos la participación de estudiantes, de profesores y de investigadores. Cada uno buscó un medio de expresión: Jorge Flores y sus colegas, tratando de escribir textos de divulgación en Siempre; José Sarukhán, montando exposiciones en los pasillos de la Facultad de Ciencias; Luis Estrada, representando garlas en la Torre de Ciencias, fundando cine clubes y convirtiendo cafeterías en foros de expresión científica. Conforme pasaba el tiempo, cada actividad se abría paso desde su trinchera. Podemos darnos cuenta que debido a estas actividades comenzaron a surgir redes de contacto con otras dependencias de difusión de la cultura. Poco a poco, los proyectos coincidieron, la red de complicidad ya estaba hecha. La comunicación de la ciencia dejaría de ser tan local:
Pero si estamos hablando realmente de Difusión de la Ciencia, eso hay que hacerlo para afuera, para toda la gente que por una u otra razón no tuvo la oportunidad, que su camino fue por otro lado y ése es el público objetivo realmente que persigue la difusión de la ciencia.[1]
[1] Entrevista a José
Sarukhán, por Israel Chávez, México DF, UNAM-Instituto de Ecología, 10 de enero de 2008.
* Extracto de mi tesis: Israel Chávez Reséndiz, ¿Cómo surge UNIVERSUM?, México:
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. 2008. 189 p.
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