De nueva
cuenta el proyecto de Sarukhán se topaba de frente con la pared. Pero por el
lado del CUCC se daba un paso muy importante para que la divulgación de la
ciencia tuviera un carácter más profesional. Es decir, se aprovechó la
oportunidad de ampliar la planta de trabajadores del Centro, debido a que todo
el CUCC abandonaba la Coordinación de Difusión Cultural y pasaba a integrarse a
la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM. Con este cambio
administrativo, las personas que laboraban en la comunicación de la ciencia
recibirían un pago directo por parte de la Universidad.
En cierto
sentido yo fui un poco responsable de la transición a la Coordinación, no
porque tuviera yo la capacidad ni nada, sino que en ese momento yo era el
director y desde luego yo no me opuse, por eso soy responsable no sólo de
dejarlo pasar sino de fomentarlo un poco. El problema es el personal académico,
en Difusión Cultural no hay y tienen razón, ¿usted va a poner un flautista de
tiempo completo? Pues no se puede. O un director de teatro de tiempo completo o
cómo los va a situar, del mismo modo estábamos metidos en difusión cultural y
había la posibilidad que algunos pudieran ser profesores, porque era centro de
extensión académica pero nada más. Entonces hubo la oportunidad de entrar en un
lugar donde podía haber investigadores y técnicos y se aprovechó.[1]
© Israel Chávez Reséndiz. Todos los derechos reservados ©
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