… y entonces el que tenía algo de experiencia era Luis Estrada, lo platiqué
con él, el otro era Sarukhán y la otra María Trigueros y decidimos con Luis
hacer un museito chiquito que no era muy grande el edificio, además era una
escuela, pero se llamó el Mundo de las Computadoras, y entonces lo
empezamos a diseñar María Trigueros y Luis Estrada. Mi idea era no tener un
museo grandote como el que habían pensado Sarukhán y Luis Estrada sino muchos
chiquitos y uno a lo mejor que fuera sobre cómputo u otro sobre la botánica u
otro sobre las enfermedades, sobre el uso de la mecánica o así de chiquitos
pero repartidos por toda la ciudad, a estos les llamamos desde entonces las Casitas de las Ciencias.[1]
© Israel Chávez Reséndiz. Todos los derechos reservados ©
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