Efectivamente, el proyecto de
Luis Estrada era profundamente académico, el objetivo que buscaba era ante todo
la divulgación. No contemplaba al museo como negocio o como una gran vitrina o
sala de exposiciones. No le importaba tampoco el reconocimiento personal, ni
los premios, ni las grandes trayectorias. Él seguía desarrollando su sistema de
comunicación de la ciencia,[1] sin
embargo ya estaba consciente que las cosas cambiarían drásticamente:
Lo que pasa es
que después cambió mucho la idea, sobre todo porque el Dr. Sarukhán veía las
cosas de otra manera y lo que pasa es que también, y tengo una crítica con
respecto a eso, lo que pasa es que se pensaba en términos muy grandes. Ahora
creo que eso no haya sido el motivo de Sarukhán, pero de lo que sí estoy seguro
es de que consciente o inconscientemente él siguió esa idea, para que saliera
grandote, y por otras razones pues todo se acaba por cuestión natural.[2]
* Extracto de mi tesis: Israel
Chávez Reséndiz, ¿Cómo surge UNIVERSUM?,
México: Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. 2008. 189 p.
© Israel Chávez Reséndiz. Todos
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cuando no se mutile, se cite la fuente completa y su dirección electrónica.
[1] En esta parte de mi
investigación surge un tema interesante que por motivos de espacio no podré
tratar: La obra pública en la UNAM, es decir, hasta qué grado se le rinde culto
a la personalidad política de los rectores dentro de las instalaciones
universitarias. Esto lo menciono ya que en las conversaciones que tuve con Luis
Estrada, Jorge Flores y José Sarukhán, el tema es muy recurrente, debido a que
el periodo de los rectores se distingue por la obra pública que construyeron
bajo su gestión.
[2] Ibíd.
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